Koushi casi se irguió por el sobresalto pero se recompuso tan pronto como la sorpresa se adueñó de él.

- Agradezco vuestras palabras, Miya Shizuka-sama, son un gran elogio para un samurái de mi familia. Sin embargo, he de deciros que si bien como cualquier tensai estoy entre los que están llamados a suceder a Isawa Uona-dono como Maestra Elemental del Aire, no soy ni de lejos quien tiene más opciones.

-Y aun así la sucederéis. - se limitó a contestar con suma tranquilidad. La imperial parecía plenamente segura de sus palabras, como si un artefacto adivinatorio estuviera en su poder y pudiera leer el futuro con total claridad.

Tras unos instantes en los que siguió estudiando el rostro del joven tensai, Shizuka tomó nuevamente la palabra. -Pero decídme, ¿necesitáis alguna cosa más, Isawa Koushi-san? - preguntó.

Koushi no replicó, no le llevaría por dos veces la contraria a la Imperial en un asunto en el que la discusión no llevaría a nada. Sí, le podría apetecer debatir, pero no en aquel momento y sobre aquel tema.

- No, mi señora, vuestra ayuda ha sido más que suficiente por hoy. Me abre nuevos caminos para investigar y por ello os doy las gracias. Tendréis un informe de cuanto averigüe por nimio que sea.

La imperial asintió y dio por terminado el encuentro.

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