Imperio Esmeralda

Kagemamushi ignoró las puyas de Nisawa y los otros comentarios. Pero al ver lo que mostraba Kahei asomó la cabeza con asombro y sorpresa.

- Kahei-sama... no lo digo por importunar, pero se nos ordenó a vos y a mí la investigaciónde Sago-sama... No sé si podéis hacer esa otra misión a la vez.

- Y no busco otra cosa que no sea terminar con todos sus asesinos. Estoy convencido de que alguno de esos cinco irá a por Shosuro Orihime-sama y quien quiera que se encargue de recibirlos debe estar preparado.
El cristal es lo mas efectivo, así que el arma debería estar en manos de quien vaya a encargarse de esa tarea, al menos hasta que pase la amenaza.
Además, no necesito el wakizashi para investigar, Kagemamushi-san, y tampoco me iba tan mal cuando solo tenía mi daisho.- respondió Kahei.

'Hime observaba divertida el intercambio de palabras entre ambos samurai. Hasta que, finalmente, se decidió a intervenir.

-Es algo obvio que ambos casos están relacionados. Tal vez sea adecuado que, en esta ocasión, también se encarguen las mismas personas que ya protegieron a Yogo Sago en su momento. ¿Vos qué opináis, Bayushi Nisawa-san?

Kaoru alzó la mirada, que había mantenido baja mientras dejaba que los acontecimientos discurrieran frente a ella, silenciosa, y alzó levemente la mano.

- Nisawa-sama, yo ofrezco mi acero y mis habilidades para proteger a la Dama Orihime - y aunque en su semblante calmado nada parecía alterarla, sus ojos brillaban tras la máscara.

Volvió a guardar silencio. Mientras chupaba el extremo de la pipa, por primera vez desde que había llegado a aquel lugar la gente pudo ver una expreseión de seria preocupación en la mirada de Kagemamushi.

Permanecí quieto, observando sin pronunciarme. Querría ofrecerme, pero habiendo sido nombrado yoriki de Kitsuki Keiko-sama no podría atender las dos tareas a la vez como debiera. Por suerte había gente muy capaz como Kaoru, Kahei o Yuki.

Es una tarea que nos compete a todos, y todos deberíamos contribuir a ello.

-Me temo, Bayushi Shun-san, que aunque el asunto sea competencia de todos, mis estancias no son lo suficientemente amplias como para alojar a todo el clan. - bromeó en un tono en el que demostraba su frialdad, pues no parecía en absoluto asustada ante la funesta perspectiva de sufrir otro ataque. -Por eso, y por el hecho de no querer llamar la atención, considero adecuado que sólo uno, a lo sumo dos, samurai se encarguen de la vigilancia.

Cuando se dirigió a Orihime y a Nisawa, Yuki apuntaba con sus ojos hacia el suelo como muestra de respeto:

Mi señora puede confiar en que la protegeré con mi vida si así lo decide

Asentí a las palabras de Orihime.

No sólo eso, pensarían que estamos asustados y por eso tanta protección. Cuando me refería a todos, pensaba en que por ejemplo hubiese dos, un yojimbo fijo y otro rotando entre los demás.