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NotaPublicado: Sab Abr 26, 2008 5:14 pm
por Soshi Maeko
Arigatô, Kaoru-sama. Dijo en su tradicional tono de voz, con una curva en los labios.

La verdad es que me siento muy honrada, aunque no deja de ser una posición de riesgo. Explicó. Si os soy sincera, casi preferiría poder disfrutar de la belleza de nuestra tierra, y formar una familia honorable allí.

Maeko en cierto modo parecía preocupada. Aunque su postura fuera muy digna e impoluta, no demostraba ser alguien especialmente avariciosa ni sedienta de poder.

Sé que ir a la capital, es un gran honor, tanto para mi como para mis ancestros, pero es un paso dificil de dar... ¿Me entendeis, Kaoru-sama?.

NotaPublicado: Lun Abr 28, 2008 11:29 am
por Bayushi Kaoru
Kaoru trató de contener la sorpresa que sentía ante los comentarios de la Soshi, y con voz neutra habló.

- ¿Vuestro futuro esposo y vos acudiréis a prestar servicio a la capital?

NotaPublicado: Lun Abr 28, 2008 2:27 pm
por Soshi Maeko
Hay posibilidades de ello, depende de a donde nos lleve el rumbo de los acontecimientos. Respondió Maeko con una atisbo de sombra sobre su gesto. que rápidamente despejó con una leve sonrisa.

Y vos, Kaoru-sama. ¿Que os depara a vos el futuro?.

NotaPublicado: Lun Abr 28, 2008 3:42 pm
por Bayushi Kaoru
- Si pudiera decirlo, Maeko-sama, seguramente buscaría mi fortuna prediciendo a los demás lo que va a sucederles. Me temo que mi destino no se ha decidido todavía, pero confío en que sea algo a resolver en breve.

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 11:53 am
por Soshi Maeko
Hoy te mostraré la forma de predecir el futuro, aunque a pequeña escala. Dijo sonriendo levemente. ¿Habeis oido hablar de la pintura del vacío, Kaoru-sama? Preguntó sin dilación, tomando uno de los pinceles empapado en agua.

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 12:08 pm
por Bayushi Kaoru
Kaoru frunció el ceño, interesada.

- No, me temo que es un asunto del que no he tenido noticia alguna. Pero algo me dice que vos me iluminaréis en esta tiniebla en que me encuentr, Maeko-sama - dijo esbozando una leve sonrisa.

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 12:15 pm
por Soshi Maeko
Maeko sonrió a la par que mostraba el pincel sumergido en un cuenco con agua, gemelo del que portaba en su delicada mano derecha.

Tomadlo, primero hay que dotar al papel de toda el agua que necesite. Explicó, mientras daba unas largas pasadas sobre el soporte que acogería aquella misteriosa pintura.

... La pintura del Vacío es un acto natural del pintor. Sería mu dificil explicar de que se trata, ya que cada mano entiende esta técnica de una forma. Es demasiado sutil, Kaoru-sama. Finalizó, esperando que Kaoru hiciera lo propio.

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 12:21 pm
por Bayushi Kaoru
La duelista empuñó el pincel con delicadeza, y lo movió arriba y abajo en el agua para que se empapara completamente. Una vez hecho esto, miró a Maeko, y después al soporte que había frente a ella.

Con pulso firme, deslizó las cerdas del pincel sobre el soporte de la misma manera que ella estaba haciendo.

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 12:52 pm
por Soshi Maeko
Maeko aceptó hacia la Bayushi, sonriente.

Ahora entendereis lo que os digo cuando hablo de esta técnica. Explicó. Ahora teneis que tomar el hake. Y señaló un pinchel en forma de paletina ancha. Observad su suavidad... Lo primero que hay que hacer es cerrar los ojos y concentrarse. Imaginad una negrura tan densa como podais. Sobre ella trazad con vuestra mente un círculo de pura luz... Dentro del círculo, aparecerá una forma. Tal y como tengais esa primera forma en vuestra mente, mojaremos el hake en la tinta, toda la que creais necesaria, y de un solo trazo, contornaremos la muñeca y dejaremos la imprenta en el papel mojado. Dijo con serenidad. Tiene que ser la primera forma, no podeis modificarla o 300 años de infortunio caerán sobre vuestra sangre.

¿Lista?. Preguntó sonriente.

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 1:11 pm
por Bayushi Kaoru
La Bayushi no era de las que se asustaban con facilidad, y con determinación tomó el pincel que le señaló la joven. Rozó con suavidad las cerdas en las yemas de los dedos, apreciando su textura fina, y con determinación, siguió sus indicaciones.

Cerró sus ojos, y la oscuridad se cernió sobre ella. Poco a poco, un halo de luz creció en su mente, deslumbrante, y en su centro, una peonía.

Toma, Kaoru-chan. Nada hay más hermoso en esta tierra que tu cabello adornado por la más bella flor de nuestro castillo.

Con determinación, mojó su pincel en la tinta y lo fijó contra el papel. Hizo los movimientos precisos con su muñeca, y el resultado la sorprendió.