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NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 10:33 pm
por Kakita Arimi
- En ese caso, tendréis noticias mías en breve, Hanzô-sama. Ahora, si me disculpáis - dijo mirando alternativamente al Mantis y al gobernador -, se hace hora de que regrese a palacio. Ha sido una velada encantadora, Yamaguchi-sama, y os agradezco que hayáis tenido la deferencia de ofrecer vuestro hogar para que desarrolle en él mis artes.

La joven realizó sendas reverencias, y aguardó a que Yamaguchi indicara a alguno de sus criados que enviara un rickshaw para recogerla.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 10:37 pm
por Hanzo
-Si así lo deseáis os puedo acompañar de vuelta, Kakita Arimi-san. Los caminos nocturnos a veces no son seguros, por lo que mi presencia os protegería de posibles inconveniencias.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 10:52 pm
por Kakita Arimi
Arimi miró al Mantis y esbozó una suave sonrisa.

- No podría privar de vuestra gratísima compañía ni al gobernador ni a sus invitados. Perded cuidado, si he de correr, soy ágil - añadió bromeando con cierta picardía -. Buenas noches, samurai-sama.

Y tras realizar sendas reverencias, abandonó el salón. Recorrió los pasillos de la mansión, contemplando la dudosa elegancia con que algunas partes estaban decoradas y recordando las palabas de Nobunaga cuando reconoció en aquella visita una de las obras de arte robadas en Kyuden Kakita.

Su semblante se tiñó de gravedad y la máscara de inocencia y travesura con que vestía su vida en sociedad cayó a sus pies. Ahora sus rasgos dibujaban preocupación y su ceño fruncido reflejaba la profundidad de sus reflexiones.

Una vez en la puerta de la mansión, la brisa nocturna besó sus mejillas ruborizadas y la hizo tiritar en el cambio de temperatura. Se arrebujó en las sedas que la envolvían y miró en la calle, tratando de atisbar el transporte que la devolvería al kyuden.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 10:58 pm
por Isawa Koushi
- Deberíais avisar al Gobernador para que os pida un palanquín, Copo de Nieve-chan. No os negaría nada.

A pesar del leve volumen de la voz y su tono neutro, Arimi podía reconocer a quien las pronunciaba a su espalda.
Koushi sostenía un par de pergaminos que guardaba dentro de su quimono con gesto serio.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 11:07 pm
por Kakita Arimi
Un escalofrío acompañó las palabras del shugenja, que besaron su espalda allí donde la piel se le erizó, mezcla del frío y de la sorpresa. Sin girarse, habló, y aunque su rostro no era visible, el tono de su voz era igual de helado que la noche que se cernía sobre ellos.

- Perdísteis hace mucho el derecho de llamarme así, Koushi-sama. Os agradecería que me tratarais con el mismo respeto que os he ofrecido yo siempre.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 11:11 pm
por Isawa Koushi
- Que yo haya perdido el derecho a llamaros así no cambia que sigais mereciendo tal nombre ... Por un momento estuvo a punto de decirlo de nuevo, pero no creyó necesario hacerlo. Decís esas palabras como si ya no os respetara y sabeis que no es así. Lo sabéis.

Arimi no podía saber si era dolor o enfado lo que se filtró en aquellas últimas dos palabras. Sin embargo, el viento se agitó a su espalda soplando sobre ella, revolviendo sus cabellos.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 11:16 pm
por Kakita Arimi
Su eterno aroma a flor de cerezo blanco flotó por las partículas del aire hasta el olfato del Isawa, mientras la bailarina agachaba la cabeza, observándose el dorso de sus manos.

- Nada he hecho para que no sea así, y vos también sabéis eso - por un momento la voz de la joven se quebró, pero fue apenas perceptible -. Me respetáis, sí... pero me habéis pedido que me conforme con respeto, cuando obtuve mucho más de vos.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 11:19 pm
por Isawa Koushi
- No podemos daros más, Arimi-sama. No ahora. No sabeis lo que podríamos haceros.

¿Estaba hablando Koushi en plural? La Kakita aún no había girado su cabeza para verle, pero podría jurar que no había nadie con él. ¿Entonces?

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 11:22 pm
por Kakita Arimi
La bailarina frunció el ceño, extrañada ante el tratamiento que estaba dándose Koushi. Sin mover su cuerpo, giró la cabeza y le miró por encima del hombro, dándole todavía la espalda, pero descubriéndole a solas.

- Pero... ¿de qué habláis? - preguntó sin comprender.

NotaPublicado: Mar Jun 10, 2008 11:24 pm
por Isawa Koushi
Arimi no reconoció a Koushi. Al menos, no a quien le miraba a través de aquellos ojos brillantes a la luz de la luna y que decían tantas cosas y ninguna comprensible.