Imperio Esmeralda

- Por supuesto. Escuché una vez decir, que todo aquello donde un samurai pudiera poner su mente, y dedicarla a ello, podía ser un arte. - Asintió a sus propias palabras, como si fuera un tema bien serio. - Quien mantiene su mente a tono, puede dominar tantas artes como kamis soplen en su alma. - el camino hacia los templos del Shotensho va poco a poco llenándose con nuevas gentes, samurai y heimin dedicados a sus propios asuntos, Keshi se muestra centrado en su acompañante, con extraña mezcla de cierto desparpajo y formalidad a un tiempo.

- Mis lentos pasos han tardado de sacarme de nuestra amada tierra. Pero tan solo este pequeño atisbo me animan a tratar de ver más allá de todas las demás.

Estas partes aun no las conocia asi que puse atencion a mis alrededores, capturando en mi mente imagenes que tal vez servirian mas adelante.

-Ikoma-sama, usted ha tenido contacto con Miya Shizuka-sama?

Senti mi rostro poner un gesto de preocupacion.

-Aun no he sido presentada a ella y temo que tendre que acercarme para ofrecer mis servicios en poco tiempo, me gustaria impresionarla o al menos no ofenderla...

- Poco se de nuestra bien amada hermana imperial. Pues tampoco he sido presentada a ella. - el omoidasu parece entonces un tanto preocupado tambien, acorde a los pensamientos de Eizo. - Llevo creo, menos tiempo que vos en la corte, o si acaso. apenas llegamos al mismo tiempo. Si me permitís un consejo, no mostrar vuestro nerviosismo o preocupación es la primera baza no para sorprenderla, sino para no decepcionarla. Y no son pocas las damas que sienten que los hombres impresionantes son aquellos que conocen de múltiples tareas. - mira un poco alrededor, como esperando que alguien aparezca para rebatir su afirmación.
- En todo caso contad con mi escueta ayuda, si es que algo puedo ofreceros... - se corta entonces de repente, mirando como los primeros edificios dedicados a las fortunas aparecen ante ellos. - Acerquémonos- sugiere sin alzar la voz, aunque emocionado.

Repentinamente golpee mi pecho con fuerza.

-Es cierto Ikoma-sama, es muy cierto. Y si encuentro algo en que necesite una de sus muchas habilidades sera el primero en saberlo. Ahora bien, quisiera ofrecer una plegaria a Bishamon, que dice?

Vi con interes hacia aquella capilla.

Descalza, sintiendo el frío suelo de piedra a través de mis finos tabi en vez de los gruesos que acostumbraba a usar en otras circunstancias, notaba la fuerza de Bishamon en cada uno de los rincones de la capilla.

Rezaba para que la Fortuna me concediera el valor, la astucia, y demás virtudes de cara a la Corte de Invierno y, por qué no, para las negociaciones de paz. En el oscuro templo me sentía en total relajación, sabedora de que nada podía alcanzarme, ni siquiera mi pasado.

El sacerdote dio tres palmadas. Inhalé con fuerza y expiré poco a poco. Repetí la operación y me dirigí a calzarme en la salida. Allí vi a Keshi y a Eizo.

-Konnichiwa, Eizo-san, Keshi-san.

Apenas entrabamos y la fuerza de Bishamon inundo mis sentidos, era palpable y tangible su esencia alrededor.

Nos topamos con Matsu Ô-Kuki que al parecer terminaba sus oraciones.

-Konnichiwa Matsu Ô-Kuki-sama.

Hice una inclinacion educada

-Espero todo se encuentre en orden.

-Justamente le pedia a Ikoma Keshi-sama si no le importaba que nos detuvieramos primero por la capilla de Bishamon. Queria pedirle fuerza para la tarea que me ha encomendado Matsu Ô-Kuki-sama.

Hice un gesto de agradecimiento al Ikoma por haber permitido que nos detuvieramos en esa capilla.

-Ademas he estado buscando una oportunidad de hablar tanto con usted como con Akodo Kage-dono para afinar los detalles y prepararme.

Puse enfasis en mis ultimas palabras de modo que invitaba la opinion de la Matsu al respecto.

-Tiene prisa hoy Matsu Ô-Kuki-sama? O podra prestarme algunos momentos para ir en busca de Akodo Kage-dono, posiblemente este en los alrededores como usted comenta.

Heche un vistazo rapido entre la capilla de Bishamon y donde suponia debia de estar la de Fukurokujin.

-Su sabiduria y consejos serian muy apreciados al igual que los de Akodo Kage-dono.