Imperio Esmeralda

Akodo Iwame, Hiruma Haohmaru


Las agrestes hordas floridas que llenaban los jardines poco podían hacer para disimular el paso tranquilo del bushi Cangrejo. Dado su volumen, Haohmaru destacaba sin problemas mientras iba al encuentro de alguien que también destacaba lo suyo.

Así era, pues bastante por encima de las flores pudo ver el rostro de Akodo Iwame, que allí se encontraba ya.

-Buenas tardes, Akodo Iwame-san.


Hiruma Haohmaru

Hacía tiempo que no sabía nada de Haohmaru, así que le hice llegar un mensaje informal de que le esperaba en los jardines. Estaba sentada, mirando a las flores, cuando escuché su voz, alcé el rostro, sonreí alegre al verle llegar.

-"Me alegra que vinieras Haohmaru-san, buenas tardes. ¿Quereís sentaros o pasear?"

-Ambas cosas me valen.-El Cangrejo aparecía despreocupado, afable como siempre.-Pero puestos a elegir, el paseo me parece apropiado, es pronto para sentarse.


Hiruma Haohmaru

Asentí y me incorporé despacio, al hacerlo revelé mi kimono por completo, el pelo lo llevaba ligeramente recogido, cayendo en cascada por uno de mis lados. El kimono era elegante, el que reservaba para ocasiones formales, con motivos bonitos y discretos, sonreí cálidamente a Haohmaru.

-"Paseemos entonces"

Comencé a andar despacio, sonriendo tímidamente a veces, mirando a los alrededores y algo pensativa.

-"Me alegra que hallais venido Haohmaru-san, no siempre encuentro una compañía tan agradable como la vuestra. Normalmente tengo que estar siempre alerta"

Giré mi cabeza suavemente, ladeandola, sonreí y le miré fugazmente a los ojos. Aunque sabía que no hacía falta y que incluso con mi kimono normal, el cómodo bastaba, quería tener ese detalle.

-"Espero que en el combate de la Prueba dieraís todo, Haohmaru-san, yo lo hice"

Respondió soltando una carcajada divertido.-Nunca hago las cosas a medias. Hice lo que tenía que hacer como mejor supe, como siempre.

No rehuyó el Cangrejo la mirada de la samurai.-Me alegra ser una buena compañía entonces, aunque yo soy partidario de no perder la alerta en ningún momento.


Hiruma Haohmaru

Las respuestas de Haohmaru me alegraron, sonreí cálidamente mientras seguíamos paseando.

-"Mejor, o tendría que daros una paliza por ello. Sí, si que hay que estar alerta, pero es diferente."

Tenía que abordar el tema, antes o temprano, aunque sólo fuera para saber de su opinión, pues la decisión clave llegaría más tarde.

-"Hace tiempo que no veo al Tsukai-Tsagasu, el sensei de Oyumi-sama. Espero que esté bien, quería preguntarle sobre dos objetos que poseo y me regalaron."

Ese paso ya estaba dado, ahora era momento de dar el siguiente, despacio pero firme.

-"Hoahmaru-san, quisiera comentaros algo, es posible que no muy lejano en el tiempo, anuncie mi matrimonio. ¿Qué pensais sobre el tema?"

Miré a Haohmaru, parandome un momento, esperando, atenta.

-Yo tampoco lo he visto estos días, estará investigando fuera, seguro que está bien. Kuni Yasuke-sama sabe cuidarse. ¿Objetos?-La perplejidad se hizo sitio en el rostro del Hiruma.

-Respecto al matrimonio...-Su cabeza asintió, conforme.-Es algo que todos debemos hacer antes o después. ¿Es con alguien de tu gusto?


Hiruma Haohmaru

Asentí, aunque una nota de preocupación aún se dejó ver en mi rostro unos momentos. Sobre todo después de lo de la mañana.

-"Hai, ¿recordais al guardian de la capilla olvidada? Me dió dos objetos y quería hablar con él sobre ellos."

Luego el corazón se desbocó en mi pecho por unos instantes. Me acercaba cada vez más al hombre que había en el samurai. Y no me desagradaba nada.

-"Hai, eso mismo pienso yo. Esta Corte es un buen momento y por iniciativa propia voy a dar mis pasos en esa dirección, a mis superiores una lista y que ellos decidan. En esa lista si, hay alguien de mi agrado"

Le miré y sonreí, dudando sobre decirle algo del ataque de la mañana. Era muy posible que se enterara de inmediato. Suspiré y le miré fijamente antes de hablar.

-"Como samurai Cangrejo deberiaís saber esto, si no lo sabeis ya. Esta mañana, mientras quería hablar de ciertos temas con Bayushi Kahei-sama, nos atacó un Oni"

La mención al guardián primero y a un ataque de oni después hizo que el matrimonio desapareciese de la mente del Hiruma en el acto. Su rostro se tensó, serio, y se puso alerta en el acto. Tras mirar a su alrededor, mirando a ver si había alguien cerca, interpeló a la bushi.-Tengo una idea mejor. Vamos a buscar esos objetos, es hora de que conozcas a Kuni Sayuri y mejor que escuchemos ambas historias en ese momento.

Los dos samurais pusieron rumbo al sannomaru, donde antes de dirigirse a dependencias León el Hiruma buscó a uno de los guardias Hida allí presente.-Necesito ver a Kuni Sayuri-sama y a Kuni Saibeku-sama con urgencia, ¿dónde...?-Los dos Cangrejo intercambiaron unas rápidas palabras y se fueron cada uno a hacer lo que tenían que hacer.

Recogieron sin problemas los objetos del dormitorio de Iwame, pues seguían allí... y sin detenerse a tomar un respiro ambos se dirigieron hacia el shotenshu.


Hiruma Haohmaru

Sin una palabra, en silencio, seria y grave, fui acompañando y siguiendo las instrucciones de Haohmaru sin oponer nada de resistencia, sabiendo muy bien que estaba en manos expertas y no era momento de preguntas o reticencias. Haohmaru habló con un samurai con Mon Hida, rápidamente y luego nos separamos hacía mi dormitorio.


Recogí los regalos que me hicera el Guardian, cubriendolos con sumo cuidado para que no les diese la luz, tal y como me dijo, ni tocarlos directamente. Con cuidado, seguí a Haohmaru a un nuevo lugar.