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Día 40, 8:00 horas. Reunión de máscaras.
Publicado:
Mar Abr 29, 2008 4:50 pm
por Bayushi Nisawa
Shosuro Orihime, Shosuro Mariko, Shosuro Yukazu, Bayushi Kahei, Bayushi Kaoru, Bayushi Yuki, Bayushi Shun, Bayushi Shakuma, Yogo Kagemamushi y YO
Pues ya estaba hecho, prevista una reunión, organizada una reunión. Y por si fuera poco me enteraba que había una Escorpión en la ciudad de la que no sabía nada, y que había llegado una prometida de la que tampoco. Puse una varita de madera de sándalo para aromatizar la habitación, cerré las ventanas, puse a un par de gritones en la parte de fuera, para que avisaran si alguien se quería acercar a escuchar... en fin, lo habitual.
Publicado:
Mar Abr 29, 2008 5:16 pm
por Bayushi Kaoru
La carrera todavía era patente en el rostro de Kaoru, cuya melena había dejado escapar algún mechón rebelde, y la máscara que ahogaba su respiración se hallaba colocada sobre su frente, dejando el rostro al aire mientras corría entre los arbustos y la vegetación que circundaba el kyuden.
Antes de entrar en la sala donde habían de reunirse, la joven se intentó recolocar un poco la coleta y la máscara, y tras recuperar el resuello, llamó a la fusama para pedir permiso y entrar.
Publicado:
Mar Abr 29, 2008 10:08 pm
por Shosuro Orihime
La misiva de Bayushi Nisawa había sido clara y concisa, por lo que tras terminar sus ocupaciones oficiales, Orihime se dirigió en un tranquilo paseo hasta la sala correspondiente. En la puerta dos hombres de aspecto inquieto esperaban apostados, y delante de ellos permanecía Bayushi Kaoru, la joven duelista que el clan había sabido captar para su causa.
-Ohisashiburi, Bayushi Kaoru-san. Me alegra volver a encontraros.
Publicado:
Mar Abr 29, 2008 10:57 pm
por Shosuro Mariko
Mariko acostumbraba a levantarse temprano para elevar sus habituales oraciones matutinas a las Fortunas. Ese día prefirió acortarlas para acudir con premura a la cita que proponía Bayushi Nisawa.
No había sido la única en su afán de no llegar tarde, pues en la puerta ya se encontró a dos de sus hermanas.
-Buenos días, Shosuro Orihime-sama, Bayushi Kaoru-sama. Es un placer veros de nuevo -dijo inclinándose ante las damas.
Publicado:
Mié Abr 30, 2008 12:27 am
por Bayushi Kahei
El escorpión llegó a la reunión y lanzó una rápida mirada antes de saludar a los que ya ocupaban su sitio.
Después buscó con aquella sonrisa de canalla desequilibrado un lugar alejado de la primera fila, discreto y sin asientos cerca donde pudiese colocar sus posaderas cierto shugenja Yogo.
Se sentó en el y solo entonces sonrió satisfecho, como un niño pequeño.
Publicado:
Mié Abr 30, 2008 10:54 am
por Yogo Kagemamushi
Kagemamushi entro con un simple antifaz negro. Visto los problemas que tuvo en la anterior reunión prefirió entrar disimuladamente y no causarse más problemas. Con una capa negra y sin más saludo que unas discretas reverencias buscó un sitio donde sentarse.
Vio a Kahei. Éste le había hablado con confianza y con consejos a Kagemamushi durante la cena que ambos habían tenido. Prefirió tampoco atraer su ira. Sin mediar más palabra que algún saludo murmurado, se fue a una zona discreta y solitaria.
Después sacó unos papeles y comenzó a leerlos ausente.
Publicado:
Mié Abr 30, 2008 11:26 am
por Bayushi Kaoru
- Shosuro Orihime-sama, Shosuro Mariko-sama, siempre es un honor compartir unos momentos a vuestro lado - contestó educadamente.
Sin embargo, no pudo evitar lanzar una mirada y una leve sonrisa a la joven Orihime, de la que hacía días que no tenía noticias. Tras la reunión, trataría de hablar con ella para preguntarle qué tal había ido todo.
Publicado:
Mié Abr 30, 2008 1:20 pm
por Bayushi Shun
Tras darme un buen baño posterior al entrenamiento me puse el kimono de los domingos, me até el pelo no seco del todo en una coleta y ya dispuesto acudí a la reunión.
Konichi wa, samurai-sama saludé a todos.
Publicado:
Mié Abr 30, 2008 4:45 pm
por Bayushi Shakuma
Shakuma simplemente estaba, cual prolongación de la sombra de Mariko.
Publicado:
Vie May 02, 2008 2:22 am
por Bayushi Yuki
Yuki, con los cabellos despeinados, irrumpió en la reunión y pareció presa de una repentina timidez provocada, al parecer, por la coincidencia de tantos samurais del clan Escorpión.
Pero sabía que no era su único motivo de nerviosismo: la ansiedad la asaltaba cada vez que iba a ver a Nisawa.
Saludó a los presentes:
Ohayô gozaimasu, samurai sama