Miré al Miya, no parecía muy dispuesto al diálogo, lo que parecía una costumbre demasiado extendida. Cierto era que comprendía que fuese cauto, pero esperaba que no cortante.

-"Hai Miya Nobutoku-sama, está relacionado. En un dôjo se forman bushi y duelistas, estos defienden paz y honor, y a veces en el seno de donde se forja la guerra se puede hallar paz o avivar la guerra, ¿me seguís?"

Esperé un poco, antes de proseguir unas palabras más, que añadir.

-"Miya Nobutoku-sama, según dicen los escritos la vida es una contínua batalla, servimos al emperador, un mandato de su mano se ha formulado, nosotros hemos de acatarlo, tender puentes y acercar posturas. Un dôjo es aprendizaje, un buen simbolo, ¿no creeís?"

Sonreí, satisfecha de la actitud del Miya, la revelación que hizo fue asombrosa y parte de ese asombro se refeljó en mi jovial rostro.

-"No sabía tales circunstancias, me alegro, tal oportunidad es única, yo no fui tan afortunada pero estoy orgullosa de mi sensei. La paz se halla dentro de uno, de sus actos. Es lo que nos define, me alegro que me entendaís"

Me quedé de nuevo pensativa, dandole tiempo así al Miya a repasar mis palabras y pensar.

-"¿Os gusta el teatro? Hay muy buenas representaciones, espero que no creaís que divago, sólo doy fuerza a mis palabras, Akodo Kage-dono, me he entrevistado con él, ¿puedo preguntaros qué impresión sacasteis de los dôjo León?"

No había estado en ningún dôjo formal león y sentía curiosidad por quien sí lo había estado y nada más ni menos que con un sensei de tal renombre.

Pero, ¿qué tiene que ver el teatro con todo esto? pregunté extrañado; de hecho miré a Akodo Eizo, por si era una especie de chiste privado.

Al parecer el Miya había perdido el hilo de mis palabras y mis intenciones.

-"El teatro, muestra de cultura y de paz, representando una escena de guerra Miya Nobutoku-sama, un dôjo, escenario de guerra, principio de paz. Esa es la intención de mis palabras, lamento haberos confundido, gomen"

Mire de un lado a otro, hasta que decidi intervenir.

-Miya-sama, yo tampoco sabia que habia estudiado en los dojo del León, y menos con Akodo Kage-dono. Eso es muy interesante y creo que detras de esas palabras hay una platica aun mas interesante. Creo que tanto a Akodo Iwame-sama y a mi nos gustaria escuchar las impresiones que se ha llevado de esos dias.

Mire a Iwame rapidamente antes de continuar.

-Le pareceria que dejemos los bokken y vayamos a caminar un poco? Claro, si no tiene algun pendiente. Solo que nos serviria una caminata para relajar mejor los musculos y una platica mientras tanto la haria mas interesante.

Espere la respuesta del Miya esperando que no tuviera inconveniente en acompañarnos.

No me quedaba aquello nada claro, pero Eizo siguió con un tema alejado de metáforas y más palpable.

-Han sido y son aún grandes las enseñanzas de Akodo Kage-dono, y me encantaría hablar con Akodo Iwame-san y con vos de ellas, pero un paseo tras el entrenamiento en el dojo me es imposible. Tengo el tiempo justo para ir a los baños antes de reincorporarme a mis tareas. No podría dar un paseo tras el ejercicio físico sin asearme.

Asenti ante sus palabras comprendiendolas perfectamente y antes de contestar mire a Iwame de reojo rapidamente y prosegui con un tono a la vez sorprendido.

-Oh, tiene mucha razon Me mire a mi mismo He de asearme tambien.

Las palabras estaban claras y su mensaje aún más, Eizo me miró y parpadeé una vez, sonreí y miré al Miya, al que le dediqué una profunda reverencia.

-"Sea entonces motivo para un nuevo encuentro Miya Nobutoku-sama, un placer, no os entretenemos más. Espero con entusiasmo esa conversación"

Haría una nueva reverencia para dejar que el Miya abandonase el lugar, si hacía falta tiraría disimuladamente del kimono a Eizo para que se quedase un momento más.

Segui el ejemplo de Iwame e hize una reverencia al Miya mientras esperaba que saliera, me quede con Iwame ya que senti que tenia algo que decirme o queria aconsejarme que fuera a aserame en otro momento para no importunar a Nobutoku.

Despues que el Miya se hubiera alejado me acerque a Iwame para escuchar lo que tenia que decir