Imperio Esmeralda

Movi una de mis manos lejos de mis piernas y la saque del agua, lentamente me acomode el pelo removiendo aquella cascada de cabello del rostro.

-Un futuro como el fuego neh? Agradezco sus palabras espero cumplir con tan bondadosas expectativas.

Aquel baño habia resultado mas relajante de lo que esperaba con todo y el invitado sorpresa.

-Asi se hara, nadia habra de saberlo de mi parte. Cambiare un poco el tema ya que quisiera preguntarle algo, he venido aqui buscando relajarme y en su rostro creo ver que tenia la misma intención, hay algo que le moleste?

-Esa sensación, es similar a la presión? O es algun otro tipo de sensación como hormigueo?

Lo observe un poco mas a fondo como si quisiera encontrar el motivo de aquella sensación escrito en sus mismas sienes.

-Es una especie de hormigueo, como si hubiese alguien soplándome, o algo suave me rozase - me toqué la frente - es una sensación extraña. Si fuera dolor o algo así, tendría cura, sería una enfermedad. Es como si hubiera una telaraña pegada ahí.

Lo mire algo aprensiva ante lo que se me habia ocurrido.

-Gocho-sama si se me permite me gustaria intentar algo.

Un poco quitada de la pena me acerque lentamente pero consciente de mi estado y evitando dejar entrever algo.

-No se mueva por favor.

Eso lo decia tanto para hacer las cosas mas faciles y para que no volteara su rostro.

-Voy a aplicar un poco de calor, tal vez esto le pueda ayudar.

Genere calor en la palma de mis manos, el suficiente como para relajar los musculos pero no para dañar, presione gentilmente el lugar donde el me habia indicado y con mucho cuidado movi la piel y musculo de aquellas areas, evitaba llamarlo masaje por lo que conllevaria, era un tratamiento medico improvisado.

Aparte la mirada para no ver nada del desnudo cuerpo de Mae, y cerré los ojos mientras la escuchaba murmurar unas palabras. Luego expulsé el aire de mis pulmones, mientras me entregaba plácido a los cuidados de la tensai.

-Es... magnífico. Tenéis unos dedos mágicos.

No alcanze a reprimir el deseo de reirme y aquel sonido salio libre, un poco apenada intente aclarar la garganta pero era una acción inutil, vamos que sus dedos eran magicos.

-Shh, ya casi acabo. Relajese Gocho-sama, solamente imaginese en el lugar mas, feliz, en el que ha estado.

Emplee la misma palabra que el habia usado anteriormente, y segui con aquel tratamiento un poco mas, cuando considere que debia sentirse mejor me aleje y me volvi a acomodar a sus espaldas.

-Listo, al menos se ve mas relajado. Se siente mejor?

Me fui relajando y a punto estuve de reclinarme hacia atrás, hasta que comprendí que aquello sería demasiado embarazoso. Mi imaginación me jugó una mala pasada, así que vacié la mente y pensé en un prado, cogiendo a mi madre de la mano, corriendo y haciendo una corona de flores para ella. Dejé de sentir los dedos, pero el cosquilleo y el contacto benéfico de Mae aún los notaba.

-Dômo arigatô, Mae-san. Aunque sea algo sólo temporal, esto ya es algo. Os agradecería poder disponer de más... no en los baños, claro - bromeé.

Trate de vislumbrar si habia malicia en sus palabras pero no detecte alguna asi que di mi mejor sonrisa y asenti.

-Si nuestros deberes nos lo permiten no veo ningun inconveniente.

Suspire, hablando de deberes tenia algunas tareas pendientes por realizar y estudios que me esperaban pero el baño me impedia irme, ademas de que seria penoso salir antes que Gocho.

-En ese caso, procuraré que cuando nuestros deberes nos lo permitan me enseñéis las ocultas maravillas de Kyuden Ippoyakku - me levanté de costado, y aproveché para meterme cuanto antes en la bruma de los vapores para estar más tranquilo habida cuenta de mi estado - que las Fortunas os sonrían hasta nuestro próximo encuentro.