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Dí­a 38, 7:00. Buscando el camino

NotaPublicado: Lun Abr 21, 2008 6:31 pm
por Kakita Arimi
Miya Shizuka y Kakita Arimi

La mañana había nacido hacía apenas unos minutos, pero Arimi ya se había preparado como si de una audiencia real se tratase. Su kimono, pulcramente ceñido a su cintura. Su abanico, presto para ser desplegado entre los pliegues de su obi. Su cabello, recatadamente recogido en un moño sencillo, adornado con un pequeño broche.

Sus pasos ágiles, acostumbrados a las estrecheces de la falda del kimono, orientaron su camino hasta el estudio de Miya Shizuka, donde había pedido una cita con la joven asistente imperial.

Cuando llegó allí, antes de entrar, inspiró y expiró profundamente. No quería traslucir ni un átomo de nerviosismo ni permitir que su relativa inexperiencia la traicionara.

Así que con ademán elegante, indicó a uno de los criados que anunciara su llegada, puntual como las nieves del invierno.

NotaPublicado: Jue Abr 24, 2008 10:25 pm
por Miya Shizuka
Tras ser presentada por la silenciosa Yuzu, la bailarina se encontró en la sala que la shugenja Miya había habilitado para cumplir con los deberes que su posición requería.

-Sed bienvenida, Kakita Arimi-san. Y, por favor, sentaos. Shizuka le ofreció un zabuton frente a ella. -¿Habéis desayunado?

NotaPublicado: Vie Abr 25, 2008 9:16 am
por Kakita Arimi
Arimi se inclinó en una formal reverencia y aguardó unos segundos antes de contestar.

- Arigatô gozaimasu, Miya Shizuka-sama. Os agradezco que hayáis podido reservar un hueco en vuestra ajetreada rutina diaria para recibirme.

Con una sonrisa se sentó donde la shugenja había indicado y recogió bajo sus rodillas el kimono de seda celeste.

- He tomado un pequeño tentempié - contestó con dulzura -, aunque sería un honor para mí acompañaros durante la primera comida del día.

NotaPublicado: Dom Abr 27, 2008 12:14 pm
por Miya Shizuka
La imperial asintió y al cabo de unos instantes dos doncellas jóvenes entraron con algunos manjares ligeros -aunque apetitosos- para empezar el día con fuerzas.

El desayuno transcurría sin muchas palabras, Shizuka parecía relajada, mirando por el amplio ventanal que daba al patio inferior, cercano a los fríos jardines. El sol entraba tiñendo de blanco refulgente la estancia, en una parábola de la pureza que destilaban las maneras de la imperial.

-Me gusta la claridad, ¿sabéis? Tanto de día como de noche, me siento reconfortada cuando nuestra Dama Sol y nuestro Señor Luna demuestran su poder sobre la tierra. - dijo, rompiendo el silencio.

NotaPublicado: Dom Abr 27, 2008 12:38 pm
por Kakita Arimi
Las palabras de la shugenja la hicieron pensar. ¿Claridad? ¿Se referiría a que no le gustaba tampoco ir con rodeos? Dar tantas vueltas a cada palabra que profería la Imperial terminaría causándole dolor de cabeza.

- Quizá prefiráis otras estaciones, en ese caso, al invierno. Durante los meses de verano, Kyuden Kakita relumbra bajo los rayos de la luz del día, y por la noche, el Señor Luna arranca los colores más hermosos de las flores de nuestros jardines. Imagino que en la capital del imperio, se hará todavía más impresionante deambular por sus calles en esa época del año.

NotaPublicado: Dom Abr 27, 2008 12:57 pm
por Miya Shizuka
-En efecto, la Capital Imperial resplandece como ningún otro lugar en todo el Imperio. Pero para alguien como yo, no es de recibo dejar que mis sentidos se embriaguen y amilanen debido a sus grandes dones. Eso es algo para samurai como Doji Naoko-san o vos misma. Gente que vive para hacer del mundo un lugar más bello.

NotaPublicado: Dom Abr 27, 2008 1:15 pm
por Kakita Arimi
- Habéis definido a la perfección una de las metas de las sendas de la artesanía. Hacer de cuanto nos rodea algo especial, convertir el más leve movimiento de una mano, la más tímida sonrisa o el parpadeo más inocente en un acto de excelencia y belleza, es uno de nuestros propósitos más importantes. Es por ello que desearía realizaros un obsequio, Miya Shizuka-sama, un agradecimiento físico que no se pierda como las palabras, por haberme dado una oportunidad de demostrar mis habilidades frente a vos misma y a la princesa Otomo Hijikohime-dôno - de entre los pliegues de su obi, extrajo lo que, a simple vista, parecía un abanico plegado. Con gesto ceremonioso, lo colocó sobre las palmas de sus manos y lo ofreció a la shugenja, inclinando suavemente la cabeza.

NotaPublicado: Lun Abr 28, 2008 1:04 am
por Miya Shizuka
La imperial tomó el abanico en sus manos, observándolo con detenimiento.

-Es realmente de muy bella factura, Kakita Arimi-san. Pero como comprenderéis, debo rehusar tal regalo. - negó con cortesía.

NotaPublicado: Lun Abr 28, 2008 9:08 am
por Kakita Arimi
- Y comprendo que el deber es el camino que firmemente recorréis en vuestra vida, Miya Shizuka-sama, pero permitidme que insista. Mucho he de agradecer y me gustaría que este objeto representara cuánto ha significado para mí esta oportunidad.

NotaPublicado: Lun Abr 28, 2008 11:03 am
por Miya Shizuka
-Os comprendo. No obstante, debo rehusar.