Imperio Esmeralda

La reacción de la recién desposada Fénix alivió en parte la conciencia de Yuki, casi tanto como saber que Aoshi san no se había sentido ofendido. Sin embargo, la idea que de que quizás Inoe sama había reaccionado así debido a los colores que ahora lucían su quimono (¿quién no sentía desconfianza ante una Escorpión?) y el hecho de que era probable que su comportamiento, pese a todo, no había estado a la altura de las circunstancias le corroía las entrañas.

No os disculpéis, Inoe sama. Sin duda, he hablado con la rudeza propia del ambiente donde me he criado y habéis hecho bien al llamar la atención sobre mi comportamiento y reprochármelo. Además, os ha guiado el noble propósito de proteger los intereses de un samurai tan notable como Aoshi san. Realmente, no veo que haya cabida para vuestras disculpas. Y, en efecto, os agradezco vuestro gesto porque me ha hecho comprender la necesidad y el valor que un comportamiento medido alcanza en lugares como en el que ahora mismo nos hallamos.

Justo cuando iba a salir por la puerta de la capilla se detuvo a escuchar las palabras tanto de la noble dama Inoe como de Yuki. Aoshi se sentía culpable por que aquel malentendido se hubiese gestado por su culpa. Al menos las palabras conciliadoras de ambas samurai habían sido más que correctas. Dio dos pasos atrás.

- Noble Shiba Inoe-sama, la humildad y honestidad de vuestras palabras son el más evidente signo de que vuestra nueva posición es totalmente adecuada a vuestro karmah. - sonrió con indulgencia paternal, propia de un servidor de los kami como él- En verdad vuestro destino es el adecuado y recordad que Shisei dice que el destino no nos mánda más peso del que podamos cargar, aunque nos parezca en exceso. Ahora, con vuestro permiso... mis deberes me ocupam. Que la bendición de Inari-kami os guarde a las tres y os provea de felicidad, risas y riqueza.- Terminó y salió de la Capilla.

- Hasta pronto Aoshi-san, que las fortunas os cuiden hasta nuestro próximo encuentro -

Me giro hacia Yuki y, con un tono más cordial la comento

- Hace mucho que habéis venido a la corte? -

Yuki hizo una ligera reverencia antes de hablar:

Llevo aquí varias semanas, Inoe sama, aunque es mi primera corte. Mi inexperiencia es evidente

esbozó una sonrisa no exenta de timidez.

- Bueno, eso no es un problema Yuki-san, nadie nace sabiendo. Aprended y manteneos siempre alerta, pues una palabra puede herir más que cien lanzas - Me dirigo acompañando a Yuki hacia la puerta de la capilla - Y hasta ahora cómo está resultando la vivencia de la primera corte? -

Tan poco apacible como advirtieron que sería

respondió Yuki con su habitual sinceridad.

Y llena de sorpresas, puesto que he sido desposada con un cortesano Escorpión a quien no conocía aún cuando llegué...

Espero que vuestra estancia en la Corte os sea grata, Inoe sama

El conato de discusión tomó por sorpresa a la sacerdotisa.

-El joven samurai Zorro ya se ha ido. Corre y llévale el incienso, Nozomi. - dijo tocando la cabeza de la pequeña. Mientras, Sakura, por su parte, al ver que ambas samurai-ko estaban hablando de asuntos cortesanos, decidió mantenerse en un segundo plano.

La niña trotó por el templo hasta coger el incienso y salir disparada detrás...

- La verdad es que está siendo bastante agradable, no nos engañaremos.

Bueno.. no os entretengo más. Ha sido un placer Bayushi Suki-sama, espero volver a veros algún día.

Hago una reverencia a modo de despedida.

Que disfrutéis de una agradable velada, Inoe sama

se despidió a su vez Yuki, quien efectuó una reverencia en consonancia con el rango de su interlocutora.

Se volvió hacia la sacerdotisa:

Lamento mucho haber alterado la tranquilidad de la Capilla con mi torpeza, Sakura san