-Llegado al momento, si no os importa, contaré con vos para detenernos más a hablar sobre esta posibilidad. Por ahora, vienen un par de semanas de escuchar demandas, ofertas y contraofertas. - opinó mientras volvía hacia el escenario donde debía celebrarse la cena.

La Miya asintió antes de despedirse por unos instantes del daimyo y reencontrarse con su yojimbô.

-Nobu-kun. - musitó donde nadie podía escucharlos. -¿Puedes encargarte de recibir a las invitadas? Hay algo que debo hacer.

-De acuerdo, voy a recibirlas - comenté sonriente antes de ir a la zona por la que se accedía a los salones de la fiesta, para acompañar hasta aquí a Bayushi Kaoru y Kakita Saori. Cuando llegué las saludé.

Llevaba intentando prepararse para aquel momento desde que la nota de Shizuka le había sido entregada. Tras haberse relajado en los baños, había acudido a sus aposentos, donde se había enfundado en un hakama negro y un gi granate con detalles en tonos oscuros. La seda Escorpión era rica, pero contrastaba con el aspecto oscuro de la figura de la duelista. Su máscara, entre rojo oscuro y negro, ocultaba sus facciones del escrutinio público. Mientras se la colocaba frente al espejo, agradecía una vez más la costumbre ancestral de su nuevo clan.

La coleta, estirada y sujeta en la parte superior de su cabeza, ondeaba a sus espaldas, dejando que el azabache de su melena se confundiera con la seda de su chaqueta.

Y haciendo una excepción a la normativa cortesana, en el lado izquierdo de su obi pendía su daisho. Después de tantos días desprovista de él, el peso le reconfortaba y le daba seguridad. Con gesto calmo, acarició la seda de su katana mientras aguardaba, paciente, a ser llamada a la presencia imperial.

Y junto a ella, su joven y atractivo esposo, impecablemente vestido, esperaba el momento en que hacer su entrada en escena.

La joven duelista se inclinó en una profunda reverencia, y su melena osciló contra su espalda, abriéndose como el abanico de una cortesana Escorpión.

- Hajimemashite, Miya Nobotoku-sama. Os agradecemos vuestra guía en esta noche, acompañados de tan magnas personalidades.