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NotaPublicado: Mar Abr 29, 2008 10:59 am
por Shosuro Mariko
-Sí, ya se encuentra mejor... -dejó escapar un leve suspiro antes de continuar -...aunque su carácter se ha vuelto más taciturno aún, si cabe. Es como si todo este episodio le hubiera dejado una herida más profunda en el alma que en el costado...

NotaPublicado: Mar Abr 29, 2008 11:45 am
por Kitsune Aoshi
- Lo entiendo. La herida debió ser algo... bueno... no era algo natural. Lo que más me está preocupando de todo esto es que costantemente vamos un paso por detrás de nuestros enemigos. No sabemos quien es el infiltrado, ni dónde se esconden nuestros enemigos, ni el objetifo total de aquello a lo que aspiran...- Había un profundo resentimiento en su voz, fruto de la frustración.

NotaPublicado: Mar Abr 29, 2008 4:42 pm
por Shosuro Mariko
-A tenor de lo ocurrido, el objetivo final, sea cual sea, no aparece nada agradable. Pero eso es algo obvio.-dijo con una sonrisa triste.

-En cuanto a lo de estar un paso por detrás... Es por eso por lo que habéis pensado en infiltraros, neh? No soportáis estar de brazos cruzados esperando a que asesten un nuevo golpe. No sois esa clase de samurai... -dijo Mariko mirando al Kitsune.

NotaPublicado: Mar Abr 29, 2008 4:59 pm
por Kitsune Aoshi
Aquello sorprendió a Aoshi y le dejó unos segundos sin palabras.

- Creo... supongo que tenéis razón.-Estaba molesto, era cierto. Detestaba estar encerrado en aquel asedio virtual. Sentado mientras los acontecimientos pasaban ante él sin poder afectarlos.

Me temo que, si seguimos así, esto no va a salir bien. Y ésto es demasiado importante como para que no salga bien. Podemos estar jugándonos el Imperio en éste palacio y no se trata de algún trivial asunto entre clanes, sino en que Rokugan se convierta en las Tierras Sombrías por completo.

NotaPublicado: Mar Abr 29, 2008 11:22 pm
por Shosuro Mariko
-Hay muchos samurai trabajando para que eso no ocurra, pero no nos podemos precipitar; estamos en una Corte de Invierno, a la que asiste nada menos que Su Alteza Imperial, la sobrina del Emperador. No podemos actuar tan libremente como quisiéramos... por muy frustrante que resulte. Hay que encontrar otros caminos... y transitarlos rápido...

NotaPublicado: Mié Abr 30, 2008 11:16 am
por Kitsune Aoshi
- Y mientras nuestros enemigos corren por el camino, nosotros vamos campo a través. - Aoshi meditó un minuto- Creéis que los conspiradores pueden estar avivando las brasas de la guerra entre los Grulla y los León? Puedo preguntar la postura de vuestro clan en este asunto? Hay quien cree que vuestro clan y la Grulla sois aliados y que cuando las hostilidades comiencen aprovecharéis para acabar con los tres clanes menores que estamos en medio, Gorrión Avispa y Zorro

NotaPublicado: Jue May 01, 2008 12:22 am
por Shosuro Mariko
-Miya Shizuka-dôno nos ha convocado a un samurai Fénix, Asako Jubei-sama, y a mí misma como consejeros para asistirla en las conversaciones que se iniciarán en breve con ambos clanes, Grulla y León, para evitar que estalle una guerra que nadie desea... -Mariko dejó en suspenso la frase, atenta a la reacción de Aoshi.

NotaPublicado: Jue May 01, 2008 8:12 pm
por Kitsune Aoshi
Aoshi negó con la cabeza.

- Hay alguien que sí la quiere. Yo opino que tras incitación a la guerra está el mismo enemigo que tenemos en el otro asunto. Por supuesto no fue quien comenzó las tensiones, claro, pero está avivando las llamas y matando a quien tiene oportunidad de sofocarlas como Yogo Sago-sama. Imaginaos lo que le convendría a una conspiración como la que nos tenemos entre manos que dos de los más poderosos clanes estallasen en una guerra que podría arrastrar a otros y que siempre será devastadora.

El zorro mostró una sonrisa carente de alegría.

- Imaginaos que carcajadas tienen que estar dándose nuestros enemigos ver a los grulla y a los león colaborar inconcientemente con ellos para llevar al Imperio a una guerra civil. El caos, el desorden, el miedo, la ruina... Los grulla ni siquieran asistieron al concilio que convocamos!

Aoshi se detuvo y miró a Mariko con evidente horror.

- Mi señora.... si quieren evitar que medien en este conflicto y por eso mataron a Yogo Sago-sama.... Miya Shizuka-sama, Asako Jubei-sama y vos estáis en evidente peligro!

Aoshi se detuvo. No podía aguantar más. Su mirada se hizo más dura, muy ajena a lo que había mostrado nunca a Mariko.

- Vuestro clan ha invadido territorio del Zorro sin autorización ni provocación. Hombres armados y peligrosos perseguidos por otro ejército. Debo expresar la aboluta protesta de mi gobierno ante este hecho. El Zorro es un clan amigo del Escorpión. No hemos causado ningún daño o molestia y esto está fuera de toda lógica. Mi señora desea entrevistarse con Bayushi Yohiro-sama.- Se encontraba alterado. Se sentó en un banco de piedra.- Nuestro clan... no se merece un trato así, mi señora Shosuro Mariko-sama... Los ojos y la voz de Aoshi expresaban pena y sentimiento de traición.

NotaPublicado: Sab May 10, 2008 10:32 am
por Shosuro Mariko
Mariko permaneció de pie junto al banco donde Aoshi se había sentado, las manos dentro de las mangas de su grueso kimono. Cierta rigidez podía apreciarse en su postura.

-No aspiro a comprender todos los detalles que hacen mover al Escorpión. -dijo finalmente. -Lo mejor, como habéis apuntado, es que vuestra daimyo se entreviste con Bayushi Yojiro-sama, sí...

La shugenja permaneció callada unos segundos, sin variar apenas su postura. Finalmente, dejó escapar un suspiro. -Os agradezco vuestra preocupación por Miya Shizuka-sama, Asako Jubei-sama y yo misma, pero de ser cierto lo que decís... y dejáramos ese Consejo... ¿No obtendría entonces el enemigo su primera victoria?

NotaPublicado: Sab May 10, 2008 12:52 pm
por Kitsune Aoshi
La mirada de Aoshi reflejo una profunda decepción y frustración. El shugenja comprendió: un buké no tiene amigo entre los grandes clanes y los intereses de las potencias están por encima del de los pequeños. Pese a que podía hablar con la voz de su Clan, no parecían interesados en escucharle a él. Y a Ryosei le darían más respuestas vacías empujando al Zorro a una guerra innecesaria e injustificada.

Se quedó unos momentos sentado mientras mascaba aquel veneno, luego se levantó y le dirigió una reverencia respetuosa.

- Tenéis razón.- Con aquello respondía a ambas cosas. - No os entretengo más. Gracias por vuestro tiempo. Os deseo un buen día, Shosuro Mariko-sama. Y caminó por el sendero hacia los pabellones profúndamente amargado.