Cierto orgullo herido afloró a la mirada de la bushi, puesto que tanto ella como Yuki habían colaborado en la eliminación del ser, y sólo el que Kahei llevara un arma de cristal le había permitido dar cuenta de ella. Sin embargo, antes de hacer notar esta puntualización, la shugenja expuso unos hechos todavía más escalofriantes.

Dejó transcurrir un instante durante el cual reflexionó sobre las posilibidades de descubrir a esa criatura.

- Comprendo. Pero no podemos obligarnos unos a otros a tocar un pedazo de cristal cada vez que nos encontremos. Más de uno, aun inocente, se sentiría insultado. Y me temo que es precisamente lo que esa criatura busca, que desconfiemos unos de otros, pues en la desconfianza se genera un punto débil por donde atacar. Acudirá a alguien con palabras ladinas y susurros manipuladores y le arrancará todo lo que hace de él un ser humano - dijo con sorda rabia -. Aún así, algo habrá que podamos hacer. Contad con mi acero, Mariko-sama, si de algo os sirve.

-Os lo agradezco profundamente, Bayushi Kaoru-sama -dijo la Shosuro al tiempo que se inclinaba ante su anfitriona.

-Siempre hay algo que se puede hacer. -continuó una vez se hubo erguido de nuevo. -Soshi Kuroko-sama me advirtió que debemos guardar nuestro aplomo, como bien habéis indicado; no debemos dejarnos llevar por cada susurro o sombra que veamos al volver las esquinas...

Ella frunció el ceño mientras escuchaba con atención las indicaciones de Mariko.

- Prestaré especial atención a cuanto me habéis indicado, Mariko-sama, y os informaré si detecto algo extraño. Aunque será difícil saber diferenciar una inocente distracción de un mal oculto tras la piel. Me mantendré alerta - afirmó con decisión antes de tomar un par de cucharadas de sopa -. Por lo demás, ¿qué tal están transcurriendo las negociaciones entre Grulla y León? Seguramente cualquiera de los dos clanes buscará nuestro apoyo.

Mariko se sintió algo más relajada al dejar atrás, al menos momentáneamente, un tema que la hacía sentir incómoda. Se permitió tomar algo de comida antes de responder a Kaoru.

-Miya Shizuka-sama nos ha convocado a Asako Jubei-sama y a mí mañana a esta misma hora para empezar a tratar el tema con los León. Espero que todo transcurra con calma... -Mariko dijo esto más como un deseo que como una certeza. Dejó escapar un suspiro...

- El León no es el clan mejor representado en la corte. Si todos sus samurai son como los aquí presentes, la Grulla debería aceptar ir a la guerra. Conquistará hasta Shiro Akodo si lo defienden hombres como Akodo Eizo o Kitsu Yurika. Derroté a ambos en el dôjo hace un par de días, y lo más preocupante fue que lo hice casi sin esfuerzo - dijo con objetividad y sin asomo de orgullo en su voz -. El León debería ser consciente de sus propias limitaciones...

-Aunque a la Grulla le fuera tan fácil como decís ganar una guerra contra el León, el coste sigue siendo terrible de pagar, Bayushi Kaoru-sama. -Su voz no mostraba contrariedad, sino fatalidad al describir lo que, para una shugenja alejada de las formas de los bushi, representaba una guerra.

- No insinuo que el León sea fácil de derrotar en el campo de batalla - apuntó Kaoru -, sólo un necio despreciaría a un adversario antes de un combate. Desde luego, los exponentes del clan en esta corte no son los mejores, pero siempre ha contado con soldados diestros y temibles. La Grulla se encontraará en apuros si va a la guerra. Su potencia militar es menor que la del León. Por ello buscarán un acuerdo sin que parezca que ceden un ápice. No sólo se trata de conservar la vida, sino también el honor.

Terminó su sopa y empuñó los palillos, observando el sushi con deleite.

- El coste de una guerra siempre es terrible, tanto en la victoria como en la derrota. Pero un bushi vive por y para servir a su señor en la paz y en el enfrentamiento. Si la Grulla se ve acorralada, morirá matando.

Mariko asintió a las palabras de la otrora Grulla mientras la imitaba cogiendo los palillos dispuestos para ella.

-¿Y qué clase de acuerdo pensáis que podría buscar la Grulla para evitar la guerra y, al mismo tiempo, salir con bien de este asunto?

- Ignoro, si la hay, la estrategia oficial; abandoné mi antiguo clan antes de que las negociaciones comenzaran y con ellas los movimientos de las fichas sobre el tablero. La Grulla tiene poder en la corte, un poder que el León no ostenta, y creo que ahí es donde tratarán de ganar adeptos y forzar la retirada de Matsu Tsuko y sus huestes. No olvidéis que Miya Shizuka ha estudiado con los Asahina, y que tres Grulla están compitiendo por los principales puestos junto a la Princesa. Tres Grulla, y ningún León. No puedo decir que me extrañe, ya que el papel a desempeñar, tanto de artista como de duelista, está hecho a medida para un Grulla - comentó distendidamente mientras alargaba los hashi hacia otra suculenta pieza de atún.

-Las negociaciones serán duras -dijo Mariko tras servirse unos pastelillos de arroz. -Ambas posiciones están muy enconadas. Será difícil encontrar un punto medio que satisfaga a ambos...