Imperio Esmeralda

-Así es, quedaremos antes de la negociación para conciliar nuestras respuestas - no pude evitar una sonrisa - y aleccionar a quien, en su momento, sea el tercer miembro, que será rotatorio. No es en absoluto obligatorio, pero dado que los León lo han hecho, para abrumar con números, sería injusto mostrar debilidad no haciendo lo propio. Otros eventos... eso me recuerda que he de hablaros de la Gesta de la Princesa Hijikohime, creada por su mano derecha como importante acto cortesano y que recibirá su favor; también las pruebas por la Lanza de Bishamon, el yari que perteneció a la Fortuna. Sería una gran fuente de inspiración para el clan que la gane... además de que el clan que globalmente lo haga mejor obtendrá una parte de El Don de los Miya...

- Sin duda atractivo - el Don de los Miya empleado en lugares como Toshi Ranbo podía ser hasta divertido más allá de una herramienta politica -. Agradecería saber más de estos eventos antes de retirarme, con su permiso...

-Sí, por supuesto. La Gesta de la Princesa creo que constará de unas pocas pruebas, y es un medio de ennoblecer grandemente a su vencedor. Por desgracia sólo hay dos participantes de nuestro clan, Kakita Soranoko-san y Kakita Sapposai-san, mientras que otros clanes cuentan con un mayor número. Por suerte en cada prueba de la Gesta se escoge a dos samurai para que tengan algo que ver, y en la primera fueron elegidas Kakita Arimi-san y Doji Naoko-san - dejé que se viera que aun sin ganar, la posición imperial nos era favorable - por otro lado de la Prueba de la Lanza se originó cuando la hermana Mae, una monja de Bishamon, afirmó que tuvo un sueño que le trajo hasta aquí, enviado por la mismísima Fortuna, y que había de hacer un torneo para que la portase el más capacitado de todos. Hasta el momento ha existido una enorme igualdad, sin que nadie destaque por encima del resto - la inflexión de voz remarcó el siguiente tema - los Miya, conocidos por su religiosidad decidieron que aparte del ganador individual, el clan que consiguiera más méritos recibiría una sustanciosa parte de El Don de los Miya. Estamos bastante bien colocados actualmente en ese sentido.

Agradeció con un gesto de cabeza antes de dirigirle sus últimas palabras si no la requería ni la comentaba nada más. Podría preguntarle eternamente sobre cosas interesantes en la Corte pero al menos creía poder hacer algo con el mínimo cuadro que tenía ahora en su cabeza. El resto, en una charla introductoria y de presentación como esta, podría parecer descortesía. En el fondo para eso también se encontraba el resto de la comitiva de Clan:

- Así pues jovenes samurais podrán tener su momento de gloria - si no algo más, meditó -. Mis habilidades no me harían la más apta para las pruebas de Bishamon - fortunas... tsk - pero quizá pueda asistir a nuestro clan de alguna forma en la Gesta de la honorable Princesa... - dejó unos instantes de silencio, perfectos para que Iwakura meditara si tenía que añadir algo o no a este comentario. Kunei no contaba con unirse a la Gesta. Su llegada tan tardía a la Corte seguramente imposibilitare esto pues ya hubiera empezado -Si eso es todo, mi señor, domo arigato gozaimasu - dijo acompañado de una ultima inclinación. Aguardaría por si eso no era todo. Sino procedería a despedirse formalmente y retirarse.

No quedaba de momento nada más relevante.

-Hai, eso es todo, al menos por el momento. En caso de que hubiera algo relevante, alguna novedad en los temas que hemos tocado, os lo comunicaré de inmediato - y me despedí con una inclinación.