Tus deseos serán cumplidos acerté a decir entreabriendo los labios para sentir la caricia de sus dedos podrás disfrutar de mí toda la semana, e incluso puede que podamos hacer algo para el clan los dos juntos. ¿No sería fantástico?

Maeko asintió sonriente.

Bueno, querido, sabes que soy toda tuya. Dijo, con un brillo en sus oscuros ojos. Pero la semana que viene mucho más. Ahora tengo que volver al Sannomaru. Se disculpó, sonriente.

Después se acercó al rostro de su prometido, y allí depositó un suave beso.

No me quise contener: tomé a Maeko de la cintura y la devolví el beso con ardor.

Éste será el primero de muchos otros así. Creo que los recién casados vamos al nishinomaru. Lo inspeccionaremos la próxima semana, antes de que los demás se queden con todas las habitaciones.

Los novios se separaron hasta la semana siguiente...