Sí, es muy independiente, aunque ya sabéis, un puesto elevado os da libertad en ciertos campos y más responsabilidades en otros, es un equilibrio que en el caso de Shosuro Orihime-sama está desnivelado en cuanto a la libertad, tiene bastante manga ancha. Tampoco me importaría servir de enlace entre ambas por si he de dar un recado rápido o algo así me ofrezco.

Oh, mis problemas de ese tipo ya se acabaron. De hecho cuando aquel maestro Grulla me entregó su katana supe que iba a tener problemas, pero como os digo, todo se solucionó para bien. Cuando se monte otra operación de ésas, porque espero que se haga algo por localizar a los dos que quedan, contad conmigo como protector.

Niego ligeramente ante el ofrecimiento de Shun: tiene demasiado trabajo importante en esta corte como para ayudarme a contactar con Orihime, además de ser una tarea deshonrosa para alguien de su estatus.

- ¿Y qué hay del brujo? No hace tanto tiempo que no practico con vos, aunque en esto del kenjutsu unos días tal vez puedan considerarse demasiado...

Es extraño que mi fuente haya sido tan específica y Shun desconozca el tema de una posible partida de rastreo. O tal vez solo quiera mantenerlo en secreto, en cuyo caso lo hacía realmente bien.

- Ya veo.
Dado nuestro lugar de encuentro y habiendo tratado ya el tema principal no sé si desea concluir nuestra charla o aún desea comentarme algo más, Shun- sama. En todo caso estaba pensando que, dado los problemas por los que estamos atravesando, debería despejar mi mente con algún descanso para llegado el momento no acusar la fatiga. Desde que estoy en Kyuden he visitado muy pocos lugares: me preguntaba si a usted también le falta alguno, en cuyo caso le invitaría a, cuando este libre, un breve paseo por la zona -no quiero mencionar directamente el tema de su esposa, pero al menos intento ayudar: tal vez la compañía de una amiga y alumna le ayude a distraerse durante unas horas de su incertidumbre y los quehaceres de los samurais, hoy en día tan encendidos.

- Lo dejo a vuestra entera elección, Shun-sama -digo, contenta de que tomase en cuenta mi invitación y sin saber dónde ir al desconocer la ciudad y sus alrededores salvo pocas excepciones: seguro que Shun sabría una ruta más interesante de la que pudiera pensar. Me levanto para marcharme- .Ha sido un encuentro agradable, sensei; espero que nuestra próxima comunicación sea cuando consiga avanzar en mi tarea, antes incluso del paseo.