Imperio Esmeralda

Arimi asintió procurando demostrar humildad. Algo que, lamentablemente, no era su fuerte. Pero sí lo era acatar los designios de aquellos con más poder que ella, máxime si una buena relación la ayudaba a prosperar.

- Por supuesto. Cualquier disposición que tengáis a bien tomar en este aspecto como magistrada encargada de la investigación es considerada por mí como una decisión a acatar, Saori-sama. Nada más lejos de mi intención que deciros lo que tenéis que hacer; simplemente me limito a transmitir las órdenes de mis superiores y a acatar aquellas que tengáis a bien encomendarme.

La duelista se dio cuenta del tono esmeradamente humilde que tomaba la bailarina. Nada más lejos de su intención.

-No soy vuestra superior, Arimi-san. Sólo soy una artista, como vos, a la que le han encargado una tarea distinta a lo habitual. - contestó con voz calma, tratando de que la joven se relajara. -Os pedía vuestra opinión al respecto, ya que si participara en la batida, debería acompañar al samurai Halcón, y vos le conocéis mejor. ¿Pensáis que alteraría en algo sus capacidades mi presencia? - Saori no pretendía que el Toritaka se sintiera presionado por la cercana presencia de una Magistrada Grulla y perdiera, por eso, posibilidades de encontrar algo realmente útil.

Arimi frunció el ceño, pues esa posibilidad no la había tenido en cuenta.

- Podríamos decir que este joven es un espíritu libre; creo que conseguirá más haciendo las cosas a su manera y después reportando de lo encontrado. Pero seréis la primera a la que comunique sus hallazgos nada más retorne de la batida, Saori-sama. Tenéis mi palabra - afirmó, esperando que la contestación fuera suficiente para la regia duelista.

-Sobre este asunto no hay nada más que hablar, entonces. - aceptó la duelista, quien confiaba en el criterio de Arimi. -Si no hay nada más que queráis comentarme, y me disculpáis, me retiraré a la espera de vuestro informe final.

La bailarina sonrió e hizo una inclinación de cabeza.

- Por mi parte queda todo aclarado, Saori-sama. En cuanto tenga noticias de la batida del Halcón os informaré al respecto. Os agradezco vuestro tiempo.

Mientras, se levantó con delicadeza, a la par que Hideyoshi aguardaba junto a la fusama para preparar la salida de la duelista.