Imperio Esmeralda

- Estoy segura de que onii chan le sacará la parte cómica o al menos la retrarará desde su particular punto de vista. ¿Cuándo empezamos Shinjo Yokatsu-dôno?. Ahora se mostraba ansiosa, sin duda era un torbellino de emociones.

Eiji hizo una profunda reverencia ante Shijo Yokatsu y habló con toda la dignidad que pudo- El deber de un samurai va más allá de su honor o de su espada. Velar por la seguridad y el bienestar del imperio es tan importante para él como el comer o el respirar. Será un honor para mí poder ayudar al clan Unicornio y por ende al imperio y sus gentes.- Eiji sonrió ante las palabras de su querida hermana, y tras ella respondió- Estoy seguro de que obtendré un gran argumento para un relato heróico, un relato en el que los samurais del Kyuden Ippoyakku luchen contra los enemigos del imperio y obtengan la victoria.- Teminó sus palabras esbozando una gran sonrisa.

Sukune miró a su daimyo y asintió en silencio.

- Intentaré reunirme con ella esta semana, y en cuanto obtenga respuesta por su parte os comunicaré el lugar y la hora de la cita, Eiji-san. Asumo que estaréis juntos, ¿no es así? - preguntó repentinamente, temiendo que avisar a uno dejara fuera al otro sin querer.

-¡Hai!- respondió con una sonrisa- Me temo que soy un desastre orientándome, sin embargo mi hermana es infalible en ello, por eso siempre me acompaña, jejeje, ¿verdad Kasumi-chan?

La joven ronin asintió antes de que la mirada de Yokatsu a otros asuntos más urgentes diera la reunión por concluida...