Publicado: Vie Abr 18, 2008 8:51 am
La sinceridad del cangrejo me encantaba. Daba gusto encontrarse samurais que dijern lo que pensaban.
- La verdad es que hubo un par de días que pensé eso mismo, que me había "ablandado", pero no es así.. afortunadamente. Digo dejando mi bokken lacado en morado en una estantería lateral y me dirijo hacia la habitación contigua donde los sirvientes ultiman los detalles del desayuno.
- Aunque hay que admitir que la vida entre sedas, como dice nuestro amigo Haohmaru, no es para nada menos violenta. Si bien es cierto que no se utilizan katanas o "yaris", tiene otras armas que pueden hacer igual o más daño.
- La verdad es que hubo un par de días que pensé eso mismo, que me había "ablandado", pero no es así.. afortunadamente. Digo dejando mi bokken lacado en morado en una estantería lateral y me dirijo hacia la habitación contigua donde los sirvientes ultiman los detalles del desayuno.
- Aunque hay que admitir que la vida entre sedas, como dice nuestro amigo Haohmaru, no es para nada menos violenta. Si bien es cierto que no se utilizan katanas o "yaris", tiene otras armas que pueden hacer igual o más daño.