Imperio Esmeralda

Qué diferente le parecía este encuentro con el que tuvo con el espíritu atado a Bayushi Kaoru días atrás; dudaba mucho que fueran el mismo tipo de espíritus, tratándose estos de meras personas muertas y el otro de algún tipo de gaki. De ser así, era una pena.

Sin perder detalle, Koushi escuchó la conversación entre el Halcón y el espíritu del leñador.

Encontrar algo de utilidad sería como encontrar una aguja en un pajar, pero por lo menos trataría de averiguar su procedencia.

-Haced memoria. Pensad en vuestra esposa, en vuestros hijos... ¿Dónde vivíais?

-Descansad mientras esperáis el juicio, alma de Enma-O. Descansad en los desdibujados páramos del meido. El Halcón apartó su mano de la frente del espíritu del leñador y se dirigió nuevamente al Fénix.

-Koushi-sama, ¿deseáis hablar a través de mí con otro espíritu? ¿Queréis averiguar alguna cosa en particular?

Koushi escuchó la conversación y cuando el Halcón le habló, contestó.

- Hai, me gustaría hablar con algún espíritu; querría saber si han visto a algún visitante por este Reino o si han notado algo extraño. Y, si me lo permitís, intetaré ser yo mismo quien haga las preguntas.

Dicho aquello, miró a su alrededor. Su intención era encontrar alguien que le diese la impresión de llevar allí más tiempo que otros; quizás fijándose en la ropa o en su actitud pudiera notarlo.

Hatsuharu asintió y se apartó para que el Isawa contactara con el espíritu que deseara.

Koushi miró a Hatsuharu y después se giró hacia la fila de espíritus; estuvo observándolos tratando de averiguar quién podía haber sido alguien de la zona y muerto recientemente - por sus rasgos y ropas - para hablar con él. Cuando tuviera a alguien que se ajustara más o menos a sus preferencias, o cualquier otro si no lo había, sus ojos se tornaron blancos mientras elevaba una plegaria a los kami.

Aunque Koushi estuvo buscando alguien que pudiera haber muerto en la provincia, lo borroso de las figuras y la cantidad de gente que fallecía en el Imperio Esmeralda hacía de ello una casualidad demasiado enorme. Habría que elegir a algún otro...

Koushi hizo una mueca que Hatsuharu podía interpretar como que no encontraba lo que quería; sin embargo, sus labios se movieron y dejaron escapar su aliento en aquel Reino sin vida ocupándose los espíritus del Aire de traducir sus palabras a las almas que allí residían.
El elegido para hablar había sido finalmente el Toritaka había abordado primeramente.

- Konnichiwa, Espíritu; soy Isawa Koushi, samurai Fénix y sacerdote de las Fortunas. Oí que honrabais a una Fortuna del Bosque, ¿cuál era su nombre?

La primera pregunta de Koushi no era la que pretendía en un primer momento, pero recordó que el Guardián de la Capilla decía que la Fortuna a la que estaba dedicada fue olvidada y, desde luego, estaban en un bosque. Quizás fuera la misma Fortuna de la que hablaban y podría resolver un pequeño misterio.