Imperio Esmeralda

Yuki dio un paso adelante.

Hai Fui yojimbo de Kakita Shôtaro san y ahora lo soy de mi maridob

Orihime asintió ante las palabras de Kaoru, hizo lo mismo ante las de Yuki, y se limitó a escuchar el veredicto de aquellos que sabían más que ella sobre protección.

El bushi terminó de anudar los lazos de seda del wakizashi sobre su saya y caminó hasta Nisawa.
- Yo no puedo ayudar esta vez. Las ultimas pistas sobre el enemigo conducen fuera de la muralla, así que mi sitio está allí.- dijo depositando el arma con enorme cuidado en las manos del Bayushi antes de volver a ocupar su lugar.

La joven duelista asintió con aire marcial e hizo una reverencia de agradecimiento.

- Hai, Nisawa-sama. Orihime-sama - añadió mirándola a ella y repitiendo el gesto.

Yuki asumió que ahora Orihime sama era su señora y, al igual que Kaoru, hizo asintió con una inclinación hacia Nisawa y realizó otra respetuosa revenrencia en dirección a la joven cortesana.

Merced a las ironías del destino, las dos samurai-ko a las que le habían ordenado evaluar tras su reciente cambio de clan, serían las custodias de su propia vida. Tanto mejor, ¿había prueba más fiable que ésa? Orihime sonrió.

Kaoru asintió en silencio y se incorporó, esperando a que abandonaran la estancia los demás convocados para pasar a la que parecía ser la segunda parte del encuentro.

Al igual que Kaoru, Mariko se incorporó y esperó a que quedaran sólo los nombrados por Nisawa.