Soshi Mishi

Toritaka Hatsuharu, Katogama Sasuke, Nozomi

Sasuke iba explicando algunas cosas que Nozomi le preguntaba constantemente; mientras pensaba que debía presentarse a sus señores Doji en primer lugar, para después encontrarse con el Halcón. Había algunas cosas pendientes de solución y... esperaba que no le hubiera ocurrido nada. No, desde luego que más seguro que en el palacio no podría estar en ninguna parte, pero los rumores que corrían entre los heimin eran bastante oscuros. Tal vez exageraciones, pero cuando el río suena...

Dejó a Nozomi con una familia de toneleros, a quienes la niña conocía, y estuvo presentándose a Doji Iwakura, el embajador Grulla. Sacó la impresión de que era un cortesano ladino, que le intentaba engatusar para algo; pero Sasuke acudió al disfraz de samurai rural, e Iwakura desistió. Tras eso recogió a Nozomi y fue a buscar a Hatsuharu, tras preguntar a un sirviente con librea por su ubicación.
_________________

Toritaka Hatsuharu

Hatsuharu permanecía poniéndose al día de los rumores de palacio cuando atisbó al Grulla dirigirse con paso firme hacia su persona.

-Ah... siento tener que disculparme, Makiko-chan. Pero deberemos continuar nuestro intercambio cultural en otra ocasión. Se despidió de la doncella tornándose hacia el joven. -Vaya... el mismísimo Katogama Sasuke en persona. ¿Qué os aleja de los brazos de nuestra risueña Diosa? Se burló el Halcón, sonriente.
_________________

Soshi Mishi

Sasuke enarcó una ceja.

-Bueno, si me pasara el día contemplando su belleza, llegaría un momento que el resto del mundo no tendría ningún interés para mí, de modo que era preferible pasear... y advertir de mi llegada a mis señores Doji. Además...

¡¡¡¡¡Atchííííííssssss!!!!! Nozomi estornudó ruidosamente.

-Ped-dón - dijo con la nariz tapada y los ojos llorosos.
_________________

Soshi Mishi

La joven siguió con sus estornudos.

-Vaya... - Sasuke miró preocupado a Nozomi - ve a alguna de esas casas heimin... pide que te den un caldo caliente; y abrígate.

La niña asintió y correteó hacia donde el Katogama le había señalado.

-Es extraño... no ha estornudado para nada mientras estábamos en el templo - la mirada del Grulla se aceró - ¿sabes algo sobre... ella?

_________________

Toritaka Hatsuharu

El Halcón cogió una reluciente fruta del enorme y, aparentemente, pesado cesto que un atareado sirviente se afanaba en desplazar a lugar seguro.

-Todavía no he descubierto nada. Lo siento... Contestó desviando por un momento su brillante mirada hacia una niña que le era desconocida. -¿No será nuestra señora con un nuevo aspecto? Se burló socarrón mientras devolvía la mirada al Grulla.

_________________

Soshi Mishi

-No... ella... ah, claro. Se llama Nozomi. Vino con un monje del templo de Kaimetsu-Uo llamado Qein, pero parece que un sueño o algo así le hizo marcharse, y la niña quedó al cuidado de unos monjes de la ciudad. La encontramos... ehm... buscando níscalos en el bosque.

_________________

Toritaka Hatsuharu

-Había escuchado de niños que salían de dentro de un melocotón*, pero nunca de un níscalo. Le tomó el pelo el Halcón. -No obstante, Sasuke-kun, no creo que hayáis venido sólo para preguntarme por vuestra madrastra o presentarme a Shiitakeko-chan*. Repuso observando fijamente al Grulla.

Referencias a *Momotaro monogatari.

_________________

Soshi Mishi

-No salió de dentro de uno de ellos, sino que los devoraba sin pensar en sus pobres habitantes. Pero vaya, creo que no soy la única persona que hace de niñera - dijo sonriendo mientras miraba a la menuda acompañante de Hatsuharu, la cual tiró de la manga del Halcón para que se agachara y susurrarle algo al oído.

_________________

Toritaka Hatsuharu

El Halcón contestó con otro susurro a las silenciosas palabras de la muchacha.

-Por el momento dejaré el cambiar pañales para los profesionales como vos, Katogama Sasuke-sama. Se burló el Halcón. -Además, vuestra señoría mejor que nadie debería saber que, a menudo, las cosas no son lo que parecen, ni los años aparentes se corresponden siempre con los reales. Le reprendió tratando de sonrojarle. -Ella es Gudidurora, mi ayudante.

_________________

Soshi Mishi


-Mi niña está algo más crecida, y creo que durante toda su vida ha estado entre monjes, así que no le falta humildad y disciplina. ¿Ayudante? ¿Ha venido con el clan Cangrejo entonces? Ah, ahí vuelve Nozomi.

La joven llegó con una bandeja con dos tazas de té, que rápidamente cedió a Sasuke antes de volver a estornudar. Gudurirora se puso tras Hatsuharu y le tiró de la manga.

El Toritaka negó levemente.

-No, ella ha venido de otro sitio. Se limitó a contestar al tiempo que decantaba su cabeza hacia Gudidurora.

Sasuke no dijo nada ante el hecho de que remarcases la palabra en cuestión, Simplemente se limitó a recordar ese hecho de cara al futuro.

-Mi madrastra... sí, aún la sigo buscando por todo... lo sucedido en el valle. Pero aquí la gente del clan anda más preocupada con otros asuntos, como la posible guerra en ciernes, o el cortejo a la princesa Hijikohime. Eso al menos entre los asuntos en los que me han puesto al día. Supongo que se habrá ocultado en la ciudad, pero encontrar a alguien allí en estas fechas...

-Hay muchos Cazadores de Brujas, así como Inquisidores en estas tierras, no debéis desesperar. Le animó. -Además, su poder no es excesivamente grande. Si es tan estúpida como para llamar la atención de las autoridades, será derrotada con facilidad. Repuso sin mencionar el hecho de que era algo más que probable que terminara formando bajo las órdenes de alguien mucho más temible y poderoso; y por ende, difícil de derrotar. No obstante contaba con que el joven Katogama no tuviera información referente a las actividades oscuras que azotaban la zona en los últimos tiempos.

-Toda seguridad es poca cuando hay gente tan importante como Otomo Hijikohime, Miya Yoto, Kakita Yoshi, Doji Hoturi... Como debes suponer, los Fénix son muy estrictos en cuestiones de seguridad mágica. Explicó el Halcón. -Por cierto, ¿ya habéis podido hablar con algún miembro notable de la delegación Grulla? Informar de vuestra presencia aquí es algo que debéis hacer, vos no contáis con las libertades de un monje errante como sí lo hace vuestra señora Sakura; lo sabéis mejor que yo. Repuso con cierto tono de resignación.

-Hablé con Doji Iwakura-sama, que es el secretario de Kakita Yoshi-dono. La verdad es que no me encargó ninguna tarea en especial, e incluso... bueno, en mi opinión es algo snob. Y ser de una familia vasalla, al parecer - dijo Sasuke sin acritud - para él es ser casi de un clan menor, si me permites la expresión. Diría que se me quitó de encima con elegancia, y sin que me diera cuenta apenas. Por él, que esté aquí es como si lloviera.

El Halcón no pudo reprimir una sonrisa. -Se trata de un cortesano de alto nivel. Seguro que está muy ocupado con temas de suma importancia. Contestó con cierto tono irónico. -Por cierto... Dijo cambiando de tercio. -¿Os disgustaría que hablara con la niña un momento? Añadió refiriéndose a su joven acompañante.

-Pues no, para nada - Sasuke se concentró, buscando algo ingenioso que decir - pero, es un poco joven para vos, ¿no?

-No lo tengo tan claro. Murmuró casi para sí mismo mientras se acercaba al oído de su extravagante asistenta. -Ve a buscarla.