Akodo Iwame, Akodo Eizo y quien guste charlar esa noche

Intentaba relajarme y ser cortes y diplomatico y gracil y todas esas cosas que se supone que uno deba ser en una corte mientras se ayuda al Clan a conseguir sus objetivos pero realmente me sentia como si estuviera dentro de la piel de otro.

Caminaba de un lado a otro, tal vez regresara al dojo para un entrenamiento nocturno, pero no podia estar todo el dia ahi encerrado. Tal vez diera un paseo nocturno a esa capilla de la que habia escuchado, pero preferia que fuera a la luz del dia para poder apreciar sus detalles.

Finalmente sin saber realmente como me di cuenta que habia llegado a los jardines. Suspire profundamente y me quede junto a un arbol, poco despues me sente casi derrotado por mi propia hiperactividad.

Eche las manos atras de mi como soporte y levante la vista al cielo. Tal vez podria contar todas las estrellas que ahi habitaran.

Por fin la noche había llegado, un momento de tranquilidad, tras cenar frugalmente, para ayudar a dormir mejor, decidí dar un paseo, disfrutar de la frescura de la noche. Caminando tranquilamente, observando con ojos bien abiertos las formas, texturas y el hermoso firmamento.

Me froté ligeramente los brazos, apreté un poco más el kimono, para mantener el calor en su sitio. No dejaba de maravillarme de los jardines, observando su colorido, sus formas, haciendo esto reparé en una figura sentada, las penumbras hacían difíciles de indentificar, alerta, me fui acercando, haciendo ruido y saliendo a la luz para que me viesen bien y evitar cualquier malentendido o ataque.

Ya más cerca, con el cielo despejado, sonreí al ver a un compañero de clan, Akodo Eizo, sentado. Me acerqué del todo, hice una reverencia, sonreí afable, dulcemente, mucho más relajada.

-"Buenas noches, Akodo Eizo-san, ¿disfrutando de la noche?. Espero no haber interrumpido nada"

La meditación, el estar a solas con los pensamientos, era algo íntimo, respetable y yo misma era la primera en querer evitar compañías en esos momentos tan reservados.

Exhale fuertemente al escuchar las ultimas palabras, era un suspiro de frustracion, y añadi rapidamente.

-Para nada Iwame-san, tal vez tu me puedas salver del aburrimiento en el que me encuentro. Me siento como cachorro encerrado en una jaula. Claro una de las jaulas mas hermosas que haya visto, pero no deja de ser una jaula.

Sonrei amigablemente al volverme a encontrar con Iwame, mis gestos y tono de voz eran relajados al encontrarme con alguien de confianza, pero mesuradamente para no ofenderla.

Sonreí divertida ante la frescura de la respuesta de Eizo. Con cuidado y a cierta decorosa distancia, me senté cerca suya y me giré con una sonrisa para mirarle. Mi voz dulce y suave salió al aire cantarina.

-"Me alegro entonces de haber llegado. No os angustieis Akodo Eizo-san, miradlo así, como una kata dificil, es un reto, pero no por más que sea enrevesada no quiere decir que no podaís lograrlo"

Sonreí un poco más y dejé volver mis labios a su posición original. Le entendía, yo misma era inquieta, vivaz, pero enfocaba esa energía en unas metas concretas. Mis ojos brillaron ante ese pensamiento, posiblemente era un buen consejo.

-"Buscad una meta y enfocad vuestros esfuerzos en ella, así vuestra mente no estará pendiente de dónde estais, al menos no tanto. Es lo que hago yo y me funciona"

Respondi la sonrisa de Iwame y volvi a ver al cielo. Estaba algo frustrado y se notaba.

-Claro, una kata dificil, agradezco tu consejo pero ese es el punto, una kata dificil necesitaria entrenamiento y dedicacion, repeticion y perfeccion.

Me levante de un brinco e inicie una kata, con mirada concentrada y vigor.

-Pero esperar a conocer un samurai, buscar agradarle, obtener informacion y favores, convencer a los demas. Es algo dentro de mi alcance, pero algo que tiene incognitas para mi.

Hundi mi cabeza en los hombros y despues la menee con fuerza.

-Una vez mas pido que me disculpes, tengo metas claras y se que mucho depende de ello. Pero seria mas facil para mi que me pidieran "Rompe un muro" a "Gana la confianza de alguien". O algo por el estilo.

Me volvi a sentar tomando en cuenta la distancia que habia puesto Iwame entre los dos y la mire divertido.

-Iwame-san, no muerdo.

Y no pude aguantar una risa.

Observé la frustración de Eizo, escuché pacientemente su respuesta, le observé detenidamente mientras ejecutaba la kata, entrecerrando los ojos en algunos puntos. Luego sacudí la cabeza suavemente a los lados, negando ante su disculpa.

-"Teneis quienes os pueden guiar, y hay muchos invitados como para entrenar, usad la paciencia del kenjutsu en la corte. Un muro no responde, un samurai si, ahí radica la diferencia y el reto. En una batalla no solo os enfrentais a muros, también a samurais. Y sí os han pedido que rompais un muro, el de la desconfianza"

Luego, ante su último comentario, su sonrisa, sonreí mientras un brillo cruzaba mis ojos.

-"Vos no mordeis, yo sí"

Sonreí llanamente y parpadeé como si mi comentario fuera lo más inocente del mundo.

La ultima frase detuvo mi risa de golpe y no pude evitar abrir los ojos como dos grandes platos al mismo tiempo que me ponia rojo.

Tosí levemente y voltee la cara a otro lado.

-Si bueno, he pasado un buen rato en el dojo, mientras espero el momento indicado para ser de utilidad a Matsu Ô-Kuki-sama y Miya Shizuka-sama en las platicas de paz.

Ya mas relajado prosegui normalmente viendo a mi compañera.

-De esta manera debe de ser mejor, cuando tenga exito sera aun mayor la satisfaccion que habre de sentir. Ademas, tal vez tendre que usar mis dotes de galan.

Sonrei picaramente viendo hacia el frente como quien imagina alguna travesura.

Observé divertida su reacción ante mi comentario. Miré al cielo para no incomodarle, hasta que volvió a hablar de nuevo, entonces tras escucharle. Asentí conforme en parte, pero no iba a decirle nada al respecto, era decisión personal. Su último comentario y expresión me dejaron intrigada.

-"Suerte entonces, por mi parte he estado haciendo anotaciones, tengo que retomar mis conversaciones"

Heche una carcajada ya mas tranquilo.

-Anotaciones? Que complicado el mundo de los cortesanos eh? Uno se imaginaria que solo es ser encantador

Hice un gesto "encantador".

-Carismatico!

Ahonde la voz y entone con fuerza.

-Y demas, pero no, es hacer apuntes, recordar datos y un poco de suerte.

Sonrei calidamente.

-Pero en fin, no creo que tengas muchos problemas retomando las conversaciones, de seguro los samurai haran fila para retomarlas.

Me tapé los labios para ocultar la sonrisa que había surgido a mis labios, chispeando de alegria mis ojos mientras miraba a Eizo y sus ocurrencias. Su comentario, me hizo negar con la cabeza, haciendo que tuviera que recomponer un mechón rebelde de mi cabello.

-"Me temo que no Eizo-san, nadie hace cola para conversar conmigo. La corte son muchas cosas, cada uno con su estilo. El mío es metódico, pero busco entretenerme de vez en cuando. Hay mucho por ver"